Carta a mi querido perro.
Ante todo somos personas, pero en nuestras vidas privadas yo soy tu Ama y tu mi perro.
Yo impongo las reglas del deseo.
Tu las asumes, las respetas y las obedeces.
Este es mi Reino.
Mi castigo fue severo porque mi siervo quiso rebelarse a su Dueña no entendiendo cual es su puesto.
Ante todo somos personas, pero en nuestras vidas privadas yo soy tu Ama y tu mi perro.
Yo impongo las reglas del deseo.
Tu las asumes, las respetas y las obedeces.
Este es mi Reino.
Mi castigo fue severo porque mi siervo quiso rebelarse a su Dueña no entendiendo cual es su puesto.
A veces eres rebelde por no tener la paciencia de esperar a tu Señora, y tu solo intentas satisfacer tus deseos.
Tendrás que aprender a controlar tus impulsos.
Tendrás que aprender a controlar tus impulsos.
Solo yo se como tendré que educarte.
Habrá tiempos de placer y otros de castigo.
Son las reglas de mi Reino.
Y estos son mis dominios.
Habrá tiempos de placer y otros de castigo.
Son las reglas de mi Reino.
Y estos son mis dominios.
Ser Señora, Dueña y Ama de tu alma y tu cuerpo.
Tu Dueña.
Lady Lorena.
Tu Dueña.
Lady Lorena.
Gracias Señora.
ResponderEliminarMi rebeldía es fruto de mi osadía, pero pienso que el inmenso amor que siento hacia Usted me ayudará a seguir adelante.
Suyo su esclavo efe
la impaciéncia por saber de nuestr@s Am@s cuesta a veces de dominar... pero la maestria de las manos que nos guian, consiguen hacer que la superemos.
ResponderEliminarlo que nunca debe quedar sin castigo es la rebeldía y la imposición de nuestro placer.
con cariño y mis respetos,
selene{S}
Si es así selene el castigo es la justa medida a la rebeldía e impertinencia.
ResponderEliminarPero tambien es labor de los Amos corregir los defectos de nuestros sumisos.
Un saludo.
Lady Lorena