Mi lujurioso masoquista
Esta noche olerás el perfume de mi piel en el aire evaporado, haré que se despierte en ti lo inimaginable de tu lado oscuro.
Con mi lengua recorreré infatigable tu cuerpo encadenado al placer.
Tus ojos ciegos por las vendas.
Las manos atadas por las esposas.
Y así podrás volar junto a mí al deseo desatado.
Arrancaré tu ropa en un instante.
De tu cuerpo anhelo saciarme.
Besaré tu cuello suavemente con la tentación de morderlo, y dejar el recuerdo de causarte un dolor placentero.
Me gusta que estés indefenso mientras el látigo azota tu cuerpo, tú jadeas de excitación mientras el dolor va en aumento.
Saboreo con mis labios cada centímetro de tu piel, entre azotes y mordisqueo.
Que te produce gran placer al tiempo que rotulo tu cuerpo.
Con mis manos y mis labios acaricio tu sexo, y la excitación va en aumento, y así suplicando el gozo, juego con tu cuerpo controlándolo.
Tú sin pensarlo.
Ahora soy yo quien domina a mi lujurioso masoquista.
Uffff, mi querida Lady Lorena, me has puesto los pelos de punta.
ResponderEliminarTe atreviste con la tribulaciòn de convertir al hombre en perro y devorarlo a tu placer.
todo un delirio para los sentidos.
Un eterno beso,
Lo he disfrutado leyendo, no quiero ni imaginar como lo ha disfrutado la persona que recibio semejante placer de ti.
ResponderEliminarUn beso.